En una ceremonia realizada este jueves 13 en Bogotá, la dupla integrada por las oficinas MGP Arquitectura y Urbanismo (Colombia) y estudio.entresitio (España) se adjudicó el primer lugar entre las 72 propuestas participantes del concurso público para el diseño del Museo Nacional de Memoria de Bogotá.
Apelando "al rescate de la memoria como antídoto efectivo frente a la negación, la deformación o la indolencia frente a la violencia", en las propuestas presentadas el concurso buscó la conceptualización del edificio como un "homenaje profundo y conmovedor a las víctimas" del conflicto armado colombiano.
Tras cuatro rondas eliminatorias de evaluación, el Jurado destacó que la propuesta ganadora "es un edificio que conmemora respetuosamente el dolor por nuestro pasado y al mismo tiempo, celebra la esperanza del próximo futuro".
Conoce las propuestas premiadas y el fallo del Jurado después del salto.
El Jurado integrado por los arquitectos Juan Pablo Ortiz, Clemencia Escallón, Mauricio Pinilla, Mario Figueroa y Efraín Riaño otorgó el segundo lugar a Taller Síntesis y el tercer lugar a David Delgado Arquitectos. Mientras las menciones honrosas recayeron en Arqs Latinoamericanos: García Stefan & Monoblock; Fernando & Ricardo Rincón; y Altiplano con Alejandro Piñol
Sobre la propuesta ganadora, el Jurado señaló:
"Este es un edificio que compuesto a partir de una sencillísima combinación de cuadrados alternados, crea una riquísima y compleja relación de espacios de variadas escalas y condiciones lumínicas. La estricta matriz de la que deviene, a la manera de urdimbre que sirve de base a un tejido, permite entrelazar una trama de corredores y escaleras que al sucederse y ascender, otorgan al recorrido de los visitantes un sentido procesional que el jurado aprecia por su sensibilidad y consonancia con el significado ritual de la institución que alberga".
"La escala monumental de las salas confiere al edificio un carácter único que lo afianzará en la memoria colectiva y simbolizará con especial potencia las circunstancias y esfuerzos de quienes padecieron el conflicto y se atrevieron a pensar en la paz. Este carácter singular de su forma convierte al edificio en un ícono de un esfuerzo colectivo que será un hito en la historia de Colombia".
"Es un edificio que conmemora respetuosamente el dolor por nuestro pasado y al mismo tiempo, celebra la esperanza del próximo futuro. Esto está inteligente y creativamente interpretado a través del sentido procesional que quienes proyectan el edificio asignan al recorrido, variado y lleno de alternativas, pasando de la solemnidad de las salas a la libertad del espacio abierto de las cubiertas, que como un microcosmos montañoso, permite a los visitantes ver la energía de la ciudad y la belleza del paisaje de los cerros y la sabana, disfrutar del sol y los atardeceres, encontrarse, conversar, leer y quizás también encontrar rincones para el silencio".
"El jurado celebra igualmente la destreza compositiva de quienes elaboran esta propuesta, que les permite crear, a partir de la ya citada rigurosidad de una cuadrícula, un espacio fértil en relaciones oblicuas y verticales, un espacio fluido y lleno de transparencias que seguramente hará especialmente gratificante la experiencia de moverse a través de él y de descubrir las múltiples secuencias visuales que ofrece".